Aunque el templo en sí no merece mucho la pena, su localización en la cima de una colina lo hace ideal para contemplar la puesta de sol del valle de Pai desde las alturas. El buda gigante que descansa en la cumbre puede ser visto desde muchos puntos del pueblo.
Aunque se puede llegar por carretera a la base, recomendamos ir caminando desde el pueblo (aprox. 1km, 20min), saliendo por el puente principal que cruza el río. El paseo es sombreado y muy agradable. Siguiendo las indicaciones llegaréis al pie de la colina, dónde empiezan los 353 escalones que os conducirán hasta el templo y su mirador.
Se puede seguir subiendo hasta el buda gigante, pero la verdad es que la vista no mejora nada, así que si estáis cansados, os lo podéis ahorrar.