Una vez en el mirador veréis un camino que baja como al interior del peñón. El camino de 45min es bastante complicado, especialmente si el terreno está húmedo, así que a no ser que estéis en un buen estado de forma y seáis habilidosos, mejor no probarlo (y nunca lo hagáis solos). La recompensa, un lago de agua dulce situado en medio de las rocas y la densa vegetación en el que si no os importa pisar un fondo pantanoso, os podréis incluso bañar. ¡Ojo que la laguna se llena y vacía con las mareas! Así que a no ser que la marea esté alta, no merece la pena que hagáis el camino para verla.