Fundado en 1386 y situado a unos 1000m de altura sobre la montaña del mismo nombre, este precioso monasterio es uno de los centros religiosos más importantes de Tailandia. Dice la leyenda que fue un elefante, enviado con el propósito de llevar una reliquia y escoger el lugar en el que se edificaría el templo, quien después de dar tres vueltas sobre sí mismo, murió dónde hoy se encuentra el templo. Si es verdad, el elefante tenía muy buen gusto, porque hay que reconocer que las vistas a la provincia de Chiang Mai son impresionantes.
- Lo mejor es ir al atardecer (sobre las 17.30) para poder disfrutar de las vistas sin demasiada gente y ver también cómo se ilumina el templo al entrar la noche. Sobre las 18.00 los monjes empiezan a cantar.
- Nota: entre mediados de febrero y finales de abril los campesinos de la zona comienzan a quemar los campos para aumentar su productividad. Durante esta época es posible que el humo dificulte las vistas.