Erigido inicialmente como templo hinduista y convertido al budismo posteriormente, Angkor Wat es el complejo religioso más grande del mundo. Es el templo mejor conservado de todo Angkor y, sin duda alguna, la mejor representación del estilo arquitectónico Khmer. Se ha convertido en el símbolo de Camboya, apareciendo incluso en su bandera, y en la principal atracción turística del país. Aunque lleno de turistas, la mejor hora del día para visitarlo es al amanecer o a la puesta de sol, cuando sus muros adquieren unos colores únicos y mejor se reflejan en los estanques que lo rodean. Merece la pena visitar todas sus galerías, pero también alejarse un poco y verlo desde diferentes costados.