Es la zona más antigua de Estocolmo, datando de mediados del siglo XIII.
La calle más popular es Vasterlanggatan, una auténtica turistada (ya os podéis imaginar, tiendas de souvenirs, restaurantes para turistas con comida de baja calidad y altos precios). No merece la pena ni pisarla.
Sin embargo hay otras calles en este barrio mucho menos concurridas pero más auténticas. Comenzar a la izquierda del Palacio Real y caminar todo Osterlanggatan hacia el sur, una calle con encanto y comercios más agradables.
Al llegar casi al final, tomar a la derecha Prastgatan, una estrecha calle en la que podréis apreciar la peculiar arquitectura de la zona.
En el cruce de Prastgatan con la cuesta de Kakbrinken, fijaros bien en la pared de piedra del edificio que hace esquina. En ella se encuentran incrustados los restos de una runa vikinga. Las runas vikingas representan los caracteres más antiguos del alfabeto simbólico mágico utilizado por las tribus nómadas de Escandinavia. Solían utilizarse para atraer y proyectar energías, para lograr la curación de enfermedades y la protección sobre los pueblos. Según la inscripción, esta runa fue dibujada por una pareja, Torsten y Frögunn, en honor a su hijo. Seguramente la piedra fue encontrada en las cercanías y utilizada como material de construcción.
Si subís a mano derecha por Kakbrinken, llegaréis a la encantadora plaza de Stortorget, en la que se encuentra el edificio de la Bolsa de Estocolmo (Borshuset). Esta plaza es súper turística, pero en verano se está en la gloria en la terraza del Chokladkoppen. Es famoso su chocolate caliente (40 SEK), aunque parece más un Cola Cao que no un Paladín.
La calle más popular es Vasterlanggatan, una auténtica turistada (ya os podéis imaginar, tiendas de souvenirs, restaurantes para turistas con comida de baja calidad y altos precios). No merece la pena ni pisarla.
Sin embargo hay otras calles en este barrio mucho menos concurridas pero más auténticas. Comenzar a la izquierda del Palacio Real y caminar todo Osterlanggatan hacia el sur, una calle con encanto y comercios más agradables.
Al llegar casi al final, tomar a la derecha Prastgatan, una estrecha calle en la que podréis apreciar la peculiar arquitectura de la zona.
En el cruce de Prastgatan con la cuesta de Kakbrinken, fijaros bien en la pared de piedra del edificio que hace esquina. En ella se encuentran incrustados los restos de una runa vikinga. Las runas vikingas representan los caracteres más antiguos del alfabeto simbólico mágico utilizado por las tribus nómadas de Escandinavia. Solían utilizarse para atraer y proyectar energías, para lograr la curación de enfermedades y la protección sobre los pueblos. Según la inscripción, esta runa fue dibujada por una pareja, Torsten y Frögunn, en honor a su hijo. Seguramente la piedra fue encontrada en las cercanías y utilizada como material de construcción.
Si subís a mano derecha por Kakbrinken, llegaréis a la encantadora plaza de Stortorget, en la que se encuentra el edificio de la Bolsa de Estocolmo (Borshuset). Esta plaza es súper turística, pero en verano se está en la gloria en la terraza del Chokladkoppen. Es famoso su chocolate caliente (40 SEK), aunque parece más un Cola Cao que no un Paladín.
Subir a la izquierda de la bolsa por Trangsund y llegaréis hasta la
Catedral de Estocolmo (Storkyrkan). Destaca por su sencillez, pero es aquí
donde se casan los miembros de la familia real sueca. Por si queréis echar un
ojo dentro, está abierta de 09.00 a 16.00 (hasta las 18.00 de lunes a sábado en verano).
Tomar Storkyrkobrinken a mano izquierda y al final Myntgatan a la izquierda también. Cruzar el puente hacia la isla de Riddarholmen. En su iglesia es donde están enterrados los reyes suecos. Si el tiempo es bueno bajar por Wrangelska hasta el mar. Allí encontraréis un kiosquillo con mesas con unas vistas inmejorables al canal y el ayuntamiento. Podéis hacer un caffe latte por 35 SEK y probar alguna de sus pastas o tartas por 20-35 SEK.
Tomar Storkyrkobrinken a mano izquierda y al final Myntgatan a la izquierda también. Cruzar el puente hacia la isla de Riddarholmen. En su iglesia es donde están enterrados los reyes suecos. Si el tiempo es bueno bajar por Wrangelska hasta el mar. Allí encontraréis un kiosquillo con mesas con unas vistas inmejorables al canal y el ayuntamiento. Podéis hacer un caffe latte por 35 SEK y probar alguna de sus pastas o tartas por 20-35 SEK.
