Cascais es un antiguo pueblo de pescadores, que desde principios del siglo XX se convirtió en lugar predilecto de veraneo para artistas, aristócratas y otros famosillos. Fue aquí donde la familia real española se hospedó durante su exilio. Hoy ya más accesible, sus magníficas casas señoriales, sus salvajes playas y su animado centro histórico, lo convierten en un lugar ideal para hacer una visita desde la cercana Lisboa. Si es verano y hace buen día, no dejéis de meter un bañador y una toalla en la mochila, porque sus preciosas playas seguro que os llaman para daros un baño!
Esta es la ruta a pie que os recomendamos:
- Si venís por el paseo marítimo, al llegar a la Praia da Rainha girar a la derecha hacia la estación de tren.
- Si es miércoles o sábado, en el mercado municipal se celebra un mercadillo de comida, ropa y complementos. No merece mucho la pena, pero si sois adictos a las compras y el regateo, entonces podéis echar un vistazo nada más llegar. Para ello teneís que tomar la Avenida Dom Pedro I (que sale de la gran rotonda que hay al salir de la estación de tren) y al final lo veréis señalizado.
- Tomar la Alameda Combatentes da Grande Guerra, pasando por el pintoresco Largo del Visconde da Luz, donde también se suelen instalar unos puestecillos que venden antigüedades.
- De aquí, bajar por la peatonal Rua Visconde da Luz, que desemboca en el emblemático Largo Luis de Camoes, donde se concentran la mayoría de bares del pueblo, y donde por la noche se pueden ver espectáculos de fado.
- Bajando por Praça 5 de Octubro, llegaréis hasta el Ayuntamiento de Cascais. En frente, la Praia da Ribeira.
- Continuando por el paseo marítimo, llegaréis a la Ciudadela. Una fortaleza en la que antiguamente se llevaban a cabo las tareas de defensa de la ciudad. Con ver por fuera su muralla es suficiente.
- Continuando el paseo marítimo, llegaréis a la Marina de Cascais, al final de la cual veréis el Faro de Santa Marta a mano izquierda, y el Museu Condes de Castro Guimarães a mano derecha. Os recomendamos entrar (la entrada es gratuita) y así podréis ver cómo era una mansión del siglo XIX tanto por fuera como por dentro. Merece mucho la pena. Abre de 10.00-17.00 aunque los sábados y domingos cierra de 13.00 a 14.00.
- Seguir por el camino de ronda hasta la Boca do Inferno, un acantilado con un mirador, cuyas vistas quitan el hipo.
