La tarde es perfecta para dar un paseo por el centro histórico de Florencia y hacerse un poco a la idea de lo que es la ciudad. Dependiendo de dónde os alojéis empezaréis por un sitio o por otro, pero esta es la ruta que os recomendamos hacer:
Piazza Pitti: con el famoso Palacio Pitti y los Jardines de Boboli. Todo el barrio que se extiende entre la Piazza Pitti y la Piazza S. Spirito es encantador y hay pocos turistas.
Ponte Vecchio: el primer puente de la ciudad y único en sobrevivir desde el mediévolo. Lleno de tiendas que venden joyas de oro y plata. Muchas de ellas ya existían en la Edad Media.
Piazza della Signoria: la plaza más famosa de Florencia y auténtico museo al aire libre. Fue el lugar donde Michelangelo situó su David originariamente. Hoy en su lugar se encuentra una réplica pero preferimos pensar que es la auténtica y verla con todo su esplendor, en vez de encerrada entre cuatro paredes. El Palazzo Vecchio se encuentra a su espalda.
Piazza Della Repubblica: plaza con mucho ambiente en el centro de la ciudad.
Piazza del Duomo: con la catedral de la ciudad, Santa María de Fiore, que destaca por la originalidad de su decoración (en mármol rosa, verde y blanco) y por su cúpula (merece la pena entrar a verla, es gratuito pero ojo que cierra ente las 15.30 y 17.00 dependiendo del día). También destacan delante de la puerta central de la catedral, el Baptisterio y el campanario (podéis entrar en ambas previo pago, pero no lo recomendamos). En el Baptisterio fijaros en la preciosa puerta labrada, la llamada "Puerta del Paraíso" de Lorenzo Ghibert. Es una réplica de la original, de valor incalculable, que acaba de ser restaurada y se exhibe en el museo de la catedral (15€).