La dársena se convirtió en el puerto real de Villefranche-sur-mer (Port Royal) en el 1713, cuando el duque de Savoya se convirtió también en el Rey de Cerdeña. En él se encuentra el observatorio oceanológico de la ciudad y se puede llegar caminando a través de un paseo que bordea la Citadel. Con que lo veáis desde la Citadel basta.