Es probablemente la zona más chic de la ciudad, con anticuarios y preciosas tiendecitas. Merece mucho la pena dar un paseo por sus callecitas y comer en alguno de sus encantadores restaurantes.
Si os apetece comer ya, nos encanta el popular Le Bar du Marché (75 rue du Seine), donde podéis hacer un buen croque-monsieur (8€) en su terraza mientras véis a la gente pasar! Aunque si preferís algo más sofisticado, muy cerca tenéis el coqueto Huitrerie Regis (3 Rue Montfaucon, justo debajo del Boulevard Saint Germain). Tienen sólo siete mesas y no se puede reservar, pero cuando hace buen tiempo ponen unas mesitas en la calle y sirven de las mejores ostras de la ciudad. La docena de ostras va desde 15€ hasta 34€. Si preferís comer más tarde, en la ruta por el barrio latino podréis encontrar algunas de las mejores quiche lorraine de la ciudad.
Si habéis cruzado a pie el Pont Neuf y vais caminando hacia los Jardines de Luxemburgo, podéis hacer una parada en la Iglesia de Saint-Sulpice. Con su aspecto inacabado, es una de las iglesias más altas de París, y se hizo muy famosa por su protagonismo en el Código da Vinci. La entrada es gratuita y destacan los frescos de Delacroix que hay nada más entrar a mano derecha, en la Capilla de los Ángeles.
La plaza en la que está esta iglesia es también muy agradable y podéis para a tomar algo antes de seguir caminando. En el centro de la plaza está la Fuente de los Cuatro Puntos Cardinales, en la que se ven representados cuatro obispos señalando hacia cada uno de los puntos cardinales.