Merece mucho la pena subir hasta la grandiosa Basílica del Sagrado Corazón, desde la que hay unas vistas muy bonitas de la ciudad.
La basílica merece más la pena por fuera que por dentro. Dentro es posible subir a la cúpula o bajar a la cripta, pero ninguna de las dos visitas merece la pena (las vistas son muy parecidas a las que tendréis desde fuera).
Para llegar, caminar por la Rue des Abbesses y al llegar a la plaza donde está la estación de metro, seguir por la Rue Yvonne le Tac que os lleva hasta la Place Saint-Pierre, desde donde podéis subir a pie hasta la basílica (es un agradable paseo y no se hace muy pesado) o tomar el funicular (que cuesta un ticket de metro).
Si queréis llegar en metro, las paradas más cercanas son Abbesses (M12) y Anves (M2).
La basílica merece más la pena por fuera que por dentro. Dentro es posible subir a la cúpula o bajar a la cripta, pero ninguna de las dos visitas merece la pena (las vistas son muy parecidas a las que tendréis desde fuera).
Para llegar, caminar por la Rue des Abbesses y al llegar a la plaza donde está la estación de metro, seguir por la Rue Yvonne le Tac que os lleva hasta la Place Saint-Pierre, desde donde podéis subir a pie hasta la basílica (es un agradable paseo y no se hace muy pesado) o tomar el funicular (que cuesta un ticket de metro).
Si queréis llegar en metro, las paradas más cercanas son Abbesses (M12) y Anves (M2).