Villefranche-sur-mer, quizás mucho menos conocida que Niza o Montecarlo, es una bonita ciudad de la Costa Azul. Su idónea situación geográfica la convirtió en uno de los puertos más importantes del litoral francés durante la época de los griegos y zona de parada de numerosos cruceros.Situada a orillas del mar Mediterráneo y a los pies de algunas colinas, Villefranche-sur-mer ofrece unas vistas únicas que ha seducido a numerosos pintores y artistas.