Bajar hacia la Plaza de la Iglesia donde esta la Capilla de los Penitentes Blancos, otro de los edificios religiosos del pueblo. La capilla data del siglo XIV y, aunque su fachada es bastante sencilla, su decoración interior es bastante más elaborada. Muchas veces la capilla está cerrada, pero si tenéis la suerte de encontrarla abierta podréis ver el crucifijo catalán de 1258 que se hizo en el taller de Ludovic Bréa. Las visitas suelen ser de 9.00 a 18.00 (aunque a veces, no sabemos bien por qué, la cierran a lo largo del día).