Bajar por la calle de San Gregorio hasta el Puente Romano. Este puente formaba parte de la antigua Calzada Romana de la Plata (siglo I). De todos sus arcos quince todavía son originales (los más cercanos a la ciudad). Al inicio veréis el verraco ibérico o toro, símbolo de la ciudad y parte de su escudo heráldico desde el siglo XIII (aunque ahora parece una simple piedra). Mirando el puente a la izquierda, encontraréis una representación del célebre Lazarillo de Tormes en compañía del ciego (personajes literarios de una famosa obra del s. XVI de la que se desconoce el autor).
Recomendamos cruzar el puente y hacer el paseo que hay al otro lado del río hasta el siguiente puente, el Puente de Enrique Estevan. Tendréis unas vistas fantásticas de la ciudad y del río (20min hasta volver por el otro puente).