En frente del Museo Picasso podemos observar el Museo Textil. No merece la pena visitarlo en un viaje tan corto a la ciudad, pero sí entrar a ver su agradable terraza.
Continuando por el Carrer Montcada, llegamos hasta el Passeig del Born. A mano derecha veremos la trasera de la Basílica de Santa María del Mar. La puerta principal está al otro lado pero ahora la entrada es de pago y sólo se puede acceder de momento por aquí. Son 5€ por persona, 10€ si queréis subir arriba y ver las vistas (por esta poca cantidad, vale la pena pero tampoco es un must sobretodo si ya habéis subido a la azotea de La Catedral). No dejéis de entrar, es una de las iglesias más bonitas del mundo. Fijaros sobretodo en los reflejos de las vidrieras sobre las paredes, inusualmente enormes para ser construida en el siglo XIV y XV. Santa María del Mar es capaz de mostrar una robustez románica por fuera pero siendo un templo gótico por dentro.
La tradición cuenta que fueron los habitantes del barrio, básicamente pescadores, de allí su hombre, los únicos que podían sufragar su construcción. Por lo que a falta de dinero por su profesión más bien humilde, sus aportaciones básicamente era la propia mano de obra, trayendo a sus hombros las piedras con las que fue levantada.
Salid por la misma puerta por donde habéis entrado, así podréis rodear la iglesia por su izquierda y pasar por el Fossar de les Moreras.
Es una plaza conmemorativa a los catalanes caídos durante el año y medio que duró el asedio de Barcelona de 1714, en el marco de la Guerra de Sucesión Española. La identificaréis por su pabellón encendido en lo alto las 24 horas. Si queréis saber más de este hecho histórico, la primera vez en toda la historia mundial donde una población civil fue borbardeada por un ejército, en este caso castellanos y franceses, no dejéis de leer el best-seller Victus de Albert Sánchez Piñol. En la Biblioteca Nacional de Catalunya todavía puede contemplarse un ejemplar del diario donde un barceloní de la época recopiló una a una la localización exacta de donde cayeron las más de 30.000 bombas que fueron lanzadas, más que habitantes tenía la ciudad en esa época.
Pasado el Fosssar llegaréis a la Plaza de Santa María del Mar que es, en realidad, la entrada principal de la Iglesia. Desde aquí podéis la impactante roseta encima del dintel.
Desde aquí os recomendamos dar un paseo por el Carrer Argentería (calle que va de Santa María del Mar a Via Laietana). O si ya estáis cansados y queréis tomar algo, en el Born hay muy buenas opciones. Allí mismo delante de Santa María del Mar podéis tomar una copa de vino (2-5€) en La Vinya del Senyor (sitio ahora ya muy turístico pero qué le vamos a hacer) o si no podéis ir directamente a cenar algo. Más adelante os damos todas las opciones para cenar en el barrio.