El mejor "paseo gastronómico" en Santiago es ir a la agradable Rúa de Raiña (sale del lateral derecho de la catedral).
Comenzar por el Trafalgar (está justo en el recoveco que hace la Rúa de Raiña). Pidiendo una caña (1,50€) te darán a probar uno de sus famosos Tigres Rabiosos (mejillones con salsa picante). Si queréis una ración os costará 4,80€.
Luego continuar por la Viñoteca Ventosela, donde por una copa de vino (2,50€) te ponen un trozo de sabrosa empanada gallega. Los vinos más famosos de Galicia son el Ribeiro y el Albariño (ambos blancos). Los tintos de esta zona no son especialmente buenos aunque siempre podréis encontrar excelentes Riojas y Riberas del Duero en los restaurantes. Como marcas destacan el Viña Costeira (ribeiro) y el Martin Codac (albariño).
Y para acabar el sitio más auténtico de todos: El gato negro (mejor antes de las 21.00 para no tener problemas en conseguir mesa). Es un bar de toda la vida que sirve comida de altísima calidad a precios muy buenos. Espectaculares sus berberechos al vapor (6€), el jamón asado (10€) y los mejillones en escabeche (5€). Acompañarlo de una jarra de ribeiro (7€). La cena os saldrá por unos 15€ por persona.
Si aún tenéis hambre o no hay manera de encontrar mesa en El Gato Negro, siempre podéis ir al María Castaña (justo a la derecha del Gato Negro) y disfrutar con sus Chipirones María Castaña (7,40€).
Si hace buen tiempo, en la plaza Fonseca (en la misma Rúa Raiña, cerca de la catedral) hay sitios muy agradables para hacer una copa después de cenar.