Trinidad es quizás la ciudad colonial mejor conservada de Cuba. Declarada Monumento Nacional por el gobierno cubano y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se conserva bastante igual que hace 4 siglos, y es que hay que decir que hasta los años 50 no estaba ni siquiera conectada por carretera con el resto del país.
Cuando lleguéis, dad un paseo por el centro y sus empedradas callejuelas. Podéis comenzar por la calle Simón Bolívar, también llamada Calle Desengaño. Por esta calle os adentraréis en el casco antiguo hasta llegar a la Plaza Mayor. Desde aquí podéis callejear un poco por todas sus calles peatonales, pero no dejéis de bajar por la calle Santa Ana para ver la Iglesia Santa Ana (si dispusierais de más tiempo libre en la ciudad, podéis visitar el Museo Municipal de Trinidad y el Taller Alfarero, aunque ambos son totalmente prescindibles).