En la Playa de la Atalaia encontraréis lo más parecido a una pecera natural. Cuando baja la marea, se forman unas piscinas naturales en las que quedan "encerrados" una infinidad de peces de todos los colores (a veces también pequeños tiburones). El acceso a ellas está controlado (no dejan a más de 100 personas al día) y los visitantes solo pueden estar en el agua 20min (cuando oigáis el pito os estarán indicando que salgáis del agua). Buscad sobre todo en las piscinas más profundas, que es donde estarán los peces más grandes. Llevad vuestras gafas, pero no aletas ni protector solar, ya que es desaconsejado para la preservación del ecosistema.
Cuándo ir: tenéis que ir al centro de conservación para que os den hora para visitar. Ellos os indicarán en qué grupo podéis incorporaos y el punto de encuentro (que puede ser la Praia do Sueste o Vila do Trinta). Mejor ir el primer día nada más llegar. El centro está situado al lado del Proyecto Tamar, en la villa de Boldró. El autobús para allí mismo.