La última parada tiene lugar en un sitio idílico. Este criadero donde podréis degustar las ostras más frescas mientras veis la puesta de sol en sus bares flotantes no tiene desperdicio. Una ración os saldrá por unos 20R$, precios inimaginables para Europa! Las sirven crudas con limón y a la plancha con queso, palmito y orégano.