(A continuación os indicamos nuestras recomendaciones de restaurantes para todas las noches que estéis en Vila do Abraão)
A diferencia de la mayoría de pueblos costeros brasileños, en Villa de Abraão sí que hay restaurantes a pié de playa para cenar por la noche con vistas al mar. La pena es que también hay un montón de mosquitos así que los alérgicos a las picaduras, mejor les hacéis la foto y después os vais a cenar por las dos calles que se meten hacia el pueblo ;)
Los que, aunque sea con ayuda del Relec, aguantéis a los mosquitos podéis escoger entre varias opciones. Nuestro favorito es el Lua & Mar. Es el más alejado de todos (mirando al mar a mano derecha), y de noche y a oscuras por la playa a más de uno le da pereza llegar hasta allí (aunque en realidad está muy cerquita). Vale la pena sobretodo los sábados cuando hacen una BBQ en la misma arena. Tanto coméis, tanto pagáis.
Si preferís comida más local y también viendo el mar, entonces podéis ir al restaurante más auténtico de la Vila, el Casarao da Ilha (Rua da Praia con Avenida Queiroz). Buenísimo el peixe frito (19,90R$ media ración, que es suficiente para una persona) con batata frita (11,90R$ media ración también). La cerveza de garrafa os saldrá por 7R$.
Para probar el mejor risoto de lula (uno de los platos más típicos de la zona), nada mejor que el Rei dos Caldos (50-60R$ por plato). En la Rua Santana, la calle principal perpendicular al mar. Es un poco caro, pero la comida es muy buena y el servicio y ambiente excelentes. Eso sí, cocinan con muchísimo cilantro, así que si no os gusta avisadles al pedirlo! (cilantro es una hierba que a muchos europeos les resulta demasiado fuerta. Es portugués se llama "coentro").
Las pizzerías no son el fuerte de Ilha Grande, pero si estáis hartos de comida brasileña una buena opción es la Pizzeria Mar Bella (Rua da Praia 719). Las pizzas no es que sean una maravilla, pero el sitio está muy bien y el personal es encantador. No pidáis la de prosciutto porque el jamón cocido es realmente malo en toda la isla.
Si queréis algo más sencillo y sobre todo económico, podéis ir a la panadería Pães e Cia. Además de estar animada, sirven buenos sándwiches calientes o fríos por menos de 10R$ y si sois muy dulceros, podéis probar el tradicional Açaí, un fruto bastante dulce que se prepara con plátano, granola y guaraná (4R$).
Si os apetece una crepe, la Creperia Tropicana tiene siempre muy buen ambiente y buenas crepes a partir de 10R$. Está en el mismo paseo de la playa. Su dueño francés puso hace tiempo una Pousada allí mismo y aprovechó las mesas del desayuno para servir crepes.
Si sois más de italiano y no os importa cenar solos, tomad una buena linterna, caminad por la playa hacia el sur y llegad al mini resort Sagu. Con vistas al mar, su restaurante Toscanelli sería una joya si estuviera más cerca de la Vila. De momento sólo abren los fines de semana. Os recomendamos el risotto com camaráo 31 R$ o los farfalle al pesto 31 R$.
Y si simplemente queréis ir al mejor restaurante de la isla, probad el Restaurante Dom Mario (al final de la Rua Santana, casi semi-escondido, tendréis que preguntar para encontrarlo y hacerlo algún día antes para poder reservar). Buenísimos el Risoto de polvo (pulpo) 85 R$ (para dos personas) o el Mignon al molho de gorgonzola 85 R$ (para dos personas). Es caro pero por algo sale el primero en todas las listas. Eso sí, si no os gusta la comida complicada (salsa de maracuyá, leche de coco, etc...), pagar mucho por una comida o que el restaurante esté en un sitio con poco encanto, olvidaros de él.