Breve descripción: el Parque Nacional Tierra del Fuego se encuentra a 11 km de Ushuaia. Fue creado en el año 1960 con el objetivo de preservar las especies autóctonas de esta zona austral. El paisaje es espectacular y variado: bosques, ríos, lagos y preciosas vistas del canal. Excepto en invierno (julio-septiembre) cuando muchas zonas están cerradas, el resto del año se pueden hacer excursiones por libre por el parque. Nuestra recomendación es que hagáis la caminata por vuestra cuenta, ya que los senderos están bien indicados y así disfrutaréis de mayor flexibilidad y tranquilidad en la visita.
Ruta recomendada: hacer primero la caminata costera y luego unirla con el sector de La Pataia:
Ruta recomendada: hacer primero la caminata costera y luego unirla con el sector de La Pataia:
- Comenzar por la senda costera (8km, 3h, se sale de la Ensenada Zaratiegui): aquí tendréis espectaculares vistas del canal, las islas y los cerros de Chile. Fijaros en todas las conchas de mejillones en las playas: son los restos de comida de los Yámanas, aborígenes de la zona. Más adelante os explicamos la historia de esta pobre gente.
- Continuar por el Paseo de la isla, donde podréis ver cormoranes y otras aves acuáticas.
- Castorera: aquí veréis una colonia de castores activa y los diques que van construyendo sobre el río. ¡Impresionante que estos pequeños animales sean unos arquitectos de primera!
- Paseo del Turbal: aquí hay algunas castoreras abandonadas.
- Al final de este paseo podéis tomar el autobús que os lleva de vuelta al hotel.
Coste: 140 AR$ por persona la entrada al parque (ver precio actualizado). Si vais con agencia la excursión os costará además alrededor de 300 AR$, lo que incluye transporte hasta el parque y comida (en este caso os recomendamos la excursión de Tierra Turismo).
Cómo llegar: en el hotel te pueden reservar un minibus que te va a buscar a allí mismo (le has de decir que te deje en la Ensenada para comenzar la senda costera) y luego te recoge al final de la ruta en la Pataia (40min por trayecto, aprox. 120 AR$ ida y vuelta).
Historia de los Yámanas: este pueblo aborigen llevaba más de 6.000 años viviendo en Tierra del Fuego, sin más ayuda que el fuego que era su gran tesoro. Tanto era así que cada familia tenía el suyo propio y lo llevaban siempre encima como si fuera la antorcha de los Juegos Olímpicos. Incluso cuando salían a pescar o mariscar con sus barquitas lo llevaban con ellos.
En 1628, cuando Magallanes cruzó el estrecho que ahora lleva su nombre, desde la borda sus marineros contemplaron muertos de miedo como en la costa habían cientos de fuegos que no paraban de moverse. Pensándose que era los diablos del fin del mundo, no se atrevieron a descender, cuando en realidad eran los Yámanas paseando sus antorchas
Los típicos restos de mejillones y otras conchas alrededor de sus antiguas moradas se debe a que en esta zona no había mamíferos y para poder ingerir todas las calorías que necesitaban tenían que estar continuamente comiendo moluscos.
La pesca era en familia, siendo los niños normalmente los que se dedicaban a achicar continuamente el agua. Para poder zambullirse en esta aguas gélidas necesitaban untarse con la grasa de los lobos marinos y lo hacían totalmente desnudos. No contactaron con los occidentales hasta el siglo XIX y fueron las enfermedades que trajeron con ellos las que acabaron con este pueblo.
También cuentan que en buena parte fue culpa de los sacerdotes que, escandalizados con que nadaran desnudos, les obligaron a cubrirse con prendas. Al salir del agua empapados con ellas, no podían secarse rápidamente lo que les hizo contraer fuertes gripes a las que no estaban acostumbrados. Ahora sólo queda una de sus descendientes, la famosa Cristina Calderón que cumplió 88 años en 2016.