Al otro lado de la Puerta de Brandeburgo, encontraréis el Monumento al Holocausto: cerca de 3000 bloques rectangulares que fueron diseñados como homenaje y recuerdo al pueblo judío que sufrió la persecución y matanza por parte de los nazis. Es curioso caminar entre sus pasillos que, en ocasiones, se inclinan dando una cierta sensación de agobio.